Beneficios de la actividad física

Estos son algunos de los beneficios que la actividad física puede tener en nuestra vida:

  • Mejora del estado anímico
  • Mejora del estado muscular
  • Mejora del estado cardiorrespiratorio
  • Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y neurológicas
  • Ayuda a la prevención de lesiones
  • Reduce el porcentaje de grasa
  • Mejora la mortalidad
  • Ayuda a dormir mejor
  • Previene la diabetes

El ejercicio y la diabetes

La actividad física hace que su cuerpo sea más sensible a la insulina (la hormona que permite que las células del cuerpo usen el azúcar en la sangre para producir energía), lo cual ayuda a manejar la diabetes. La actividad física también ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de tener enfermedad cardiaca y daño en los nervios. (CDC, 2022)

Precauciones antes de iniciar la actividad física padeciendo diabetes:

  • Disminuir la dosis de insulina antes de la actividad.
  • No te inyectes la insulina en una región muscular que vayas a exponer a gran esfuerzo.
  • Evitar el ejercicio físico en el momento del pico máximo de acción de la insulina.
  • Controlar la glucemia durante y después del ejercicio.
  • Consumir líquidos -sobre todo agua- desde dos horas antes de empezar a ejercitarse y durante la práctica deportiva.
  • Controla tu grado de deshidratación y la temperatura ambiente.
  • Algunos pacientes con diabetes pueden padecer complicaciones como arritmia durante la práctica de ejercicio.

Visita y consulta de un médico después de la evaluación física y tener un plan de entrenamiento hecho por un equipo de profesionales en el área de la salud.

Actividad física en recién nacidos

La actividad física en los bebés, niños pequeños y preescolares es fundamental para su desarrollo físico y mental, ya que promueve el fortalecimiento de los músculos y los huesos, previene la obesidad, aumenta la autoestima y la capacidad de aprendizaje, y ayuda a los niños a manejar mejor el estrés.

El desarrollo motriz depende de la oportunidad de moverse, de la práctica y de la calidad de los movimientos. Pero obviamente, en la primera etapa de los bebés, necesitan de nuestra ayuda para el desarrollo.

ACTIVIDAD FÍSICA DEL BEBE. DE 0 A 3 MESES

En esta primera etapa, deberemos encaminar la actividad al funcionamiento orgánico, activando los reflejos del recién nacido y potenciando, con movimientos pasivos, las funciones que no son capaces de desarrollar por limitaciones naturales.

  • Paseos por la casa llevado en buena posición de visibilidad.
  • Movimientos asistidos (con nuestras manos), sobre piernas y brazos del bebé.
  • Poner objetos seguros en la mano para provocar su reflejo de prensión palmar.
  • Desde la posición tendido en el suelo, presentarle delante de la cara algún juguete que le llame la atención.
  • Provocación de movimientos de pataleo a la hora del baño y en los cambios de ropa.
  • Partiendo del reflejo de prensión, poner los pulgares del adulto en sus manos, para que los presione, a la vez que le elevamos ligeramente.

 

ACTIVIDAD FÍSICA DEL BEBE DE 3 A 6 MESES

En esta etapa haremos actividades que estimulen las funciones de los órganos, principalmente los relativos al control del equilibrio y a la percepción de los sentidos.

  • Pasear por diversos lugares llevando en brazos con buena visibilidad y efectuando regularmente cambios de postura. Presentarle las cosas que tenemos delante, hablarle de ellas.
  • Girar con él teniéndole en brazos.
  • Le cogemos por debajo de los brazos, cara a cara con nosotros. Lo subimos y bajamos por encima de nuestra cabeza estableciendo con el bebé una relación de complicidad afectiva y de juego.
  • Movimientos asistidos (con nuestras manos), sobre las extremidades, aumentando la intensidad y ritmo aplicados en los primeros meses.
  • Proporcionarle objetos de cierto tamaño para que los agarre y suelte.
  • Acercarle objetos o alimentos pequeños que sean inofensivos.

 

ACTIVIDAD FÍSICA DEL BEBE DE 6 A 9 MESES

Continuando con el principio de la etapa anterior, estimular los órganos, los objetivos en esta etapa son lograr el equilibrio en las funciones básicas del bebé, una buena tonificación de los músculos de nuca-cuello-espalda, activar la manipulación de objetos y preparar la función del gateo.

  • Realizar suaves carreras llevando en brazos.
  • Cuando paseamos, le cantamos una canción a la vez que nos movemos con ritmos y pasos diferentes.
  • Sentados o de pie, tenemos al niño en brazos, en una posición horizontal. Lo subimos y bajamos como si rodara por nuestro pecho.
  • Los movimientos asistidos tienen menos efecto en esta edad, pero mantienen el efecto positivo de estimulación y unión afectiva.
  • Movimientos de brazos a la hora del baño. Permitir que el niño chapotee en el agua.
  • Proporcionarle un racimo de uvas para que intente desgranarlo.
  • Acercarle migas de pan para que las coja.

(La Actividad Física Del Niño De Cero a Tres Años, Javier Aguirre 2001)

Deporte en niños y adolescentes y adultos

El deporte en la infancia y adolescencia es la realización de una actividad física reglada que produce aumento del gasto energético y contribuye a mejorar la condición física de los que lo practican. Tiene propiedades beneficiosas en los niños que lo diferencian del juego, ya que mejora la forma y la resistencia física, ayuda a mantener el peso corporal, aumenta el tono y la fuerza muscular, mejora la flexibilidad y la movilidad de las articulaciones. Entre otros beneficios psicológicos, en esta etapa de la vida, la actividad física contribuye a la reducción del estrés y la ansiedad, mejora la autoestima, las relaciones sociales y la memoria. (Luis Navareo, Actividad Física y Deporte, 2012)

Para que un adolescente se mantenga motivado, las actividades deben de ser divertidas. Apoye las elecciones de su hijo proporcionándole el equipo deportivo, el transporte y el apoyo que necesita. Sus iguales pueden tener una influencia importante en la vida de su hijo, así que cree oportunidades para que se mantenga activo con sus amigos. (Kids Healt, 2009)

Un estilo de vida físicamente activo en la infancia y adolescencia es una buena forma de prevenir patología crónica en la edad adulta, ya que los riesgos del sedentarismo incluyen síndrome metabólico, obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes, problemas musculoesqueléticos, depresión, problemas de salud mental e incluso cáncer (Sothern MS et al.1999; King AC, et al. 1989).

Hacer 30 minutos al día, 5 días a la semana. También puede distribuir su actividad durante la semana y dividirla en períodos de tiempo más pequeños. (CDC 2022)

La actividad física diaria debería ser, en su mayor parte, aeróbica. Convendría incorporar, como mínimo tres veces por semana, actividades vigorosas que refuercen, en particular, los músculos y huesos. (OPS 2022).